En el siguiente dibujo, Jesús es representado como un pastor y las diferentes razas y religiones son simbolizadas por rebaños de ovejas. En el tiempo de Jesús, la gente tenía poco conocimiento del mundo. Creían que el mundo era plano y no sabían que las diferentes etnias como los Esquimales, los indígenas de Sudamérica y los Orientales vivían en lugares lejanos como la China, la India, Australia y las Américas. Tampoco sabían de la existencia de diferentes religiones como el Hinduismo, el Budismo y otros. ¿Cómo podían comprender que “un solo rebaño” y “un mismo pastor” significaban que un único Mensajero de Dios reuniría a todos los pueblos del mundo en una sola Religión, adorando a un mismo Dios?
Este es uno de los motivos por los que Cristo dice en Juan 16:12-13 “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar. Sólo ahora, en esta era científica de aviones, televisión y computadoras, el mundo es capaz de comprender esta enseñanza de Cristo de “un solo rebaño” y “un mismo Pastor”, que constituye la forma embrionaria de las enseñanzas de Bahá’u’lláh respecto a la ‘Unicidad de la Religión’ y la ‘Unidad de la Humanidad’. El Cristo Universal, con la llegada de Bahá’u’lláh, cumple esta profecía.
En este siglo veintiuno, pensamos de manera distinta a la de hace dos mil años, cuando vivió Jesús. En ese tiempo, Jesús le dijo a las gentes que amaran a su prójimo, pero ahora el nuevo Mensajero de Dios, Bahá’u’lláh, nos dice que amemos a toda la humanidad. No hay mayor distinción. Sólo la época es diferente. Bahá’u’lláh dice: “La Tierra es un sólo país y la humanidad sus ciudadanos”.
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