27. Significado del Retorno Espiritual

¿Qué significa el “Retorno de Cristo”?

Es un retorno espiritual. Algunas personas piensan que el Retorno de Cristo significa que verán, en su forma corpórea, a la idéntica persona de Jesús de Nazaret, quien hollaba las calles de Jerusalén hace dos mil años. Sin embargo, Jesús mismo explicó el significado espiritual del retorno cuando se refirió a Juan el Bautista como el retorno de Elías. Este es el retorno del espíritu, no del cuerpo.

El Retorno de Cristo constituye un tema importante en la Biblia, ¡y los discípulos esperaban que sucediese durante sus propias vidas! Se basaron en las palabras de Jesús, de que esta generación no pasaría antes de suceder estas cosas.

Ahora, 2000 años más tarde, muchos Cristianos son muy críticos y la mayoría de iglesias tradicionales le atribuyen poca importancia al Retorno del espíritu de Cristo. No obstante, hace unos ciento cincuenta años, por el año 1844, hubo una gran expectativa entre los Cristianos de que finalmente había llegado el momento para el retorno de Jesús. Este repentino resurgimiento de esperanza se denominó el ‘Movimiento Adventista’.

Para comprender la explicación de Jesús, ayuda tener más antecedentes acerca del pensamiento judío en su época. En aquel día, la mayoría de Judíos conocía bien el Antiguo Testamento. El profeta Elías era bien conocido entre los Judíos, y la historia de su vida está registrada en el Antiguo Testamento. Se reporta que él realizó muchos milagros. Se dice que al final de su vida no murió, sino que subió al cielo en un carruaje: "he aquí, un carro de fuego con caballos de fuego… y Elías subió al cielo…" (II Reyes 2:11).

Los Judíos sabían por sus Escrituras que antes de llegar el Mesías, regresaría Elías: "He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible" (Malaquías 4:5).

Debido a esto, muchos Judíos esperaban el regreso de Elías como señal del retorno del Mesías. Ya que interpretaron la profecía en un sentido literal, ¡creían que el mismo Elías descendería físicamente del cielo visible!

Los sacerdotes judíos utilizaron la ausencia de este extraño evento como prueba de que Jesús no era el Mesías, pues para ellos, ¡una de las señales que anunciarían la venida del Mesías no se había cumplido! Los discípulos de Jesús también se sintieron confundidos y pidieron a Jesús una explicación por qué no había regresado Elías.

“Respondiendo Jesús les dijo: A la verdad, Elías viene primero, y restaurará todas las cosas. Mas os digo que Elías ya vino, y no le conocieron, sino que hicieron con él todo lo que quisieron… Entonces los discípulos comprendieron que les había hablado de Juan el Bautista". (S. Mateo 17:11)

Jesús explica en el texto anterior que la profecía de que ‘Elías debe llegar antes’ en realidad se había cumplido, no con el retorno de la persona y el cuerpo del Elías anterior, sino que Elías había vuelto ‘en espíritu y poder’ en la persona de Juan el Bautista.

Además, Lucas registró el cumplimiento de esta profecía cuando escribió sobre el nacimiento de Juan el Bautista: “irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías” (S. Lucas 1:17).

Desde luego, Juan el Bautista tuvo una identidad diferente a la de Elías, quien había vivido doscientos años antes de él. Pero el cuerpo no era lo importante en los ojos de Jesús. Lo que era importante era el espíritu. El espíritu de Juan el Bautista era el mismo que el espíritu de Elías. De hecho, los atributos proféticos y espirituales de Elías se manifestaron nuevamente en Juan el Bautista.

En forma similar a las expectativas judías acerca de Elías, muchos Cristianos creen que el mismo Jesús volverá en cuerpo. En base a la explicación de Jesús, podemos comprender que el Retorno de Cristo no es el regreso de la misma identidad de Jesús de Nazaret, quien vivió en esta tierra hace dos mil años. El Retorno de Cristo es el regreso del Espíritu Crístico, la reaparición del espíritu y poder de Jesús en la persona de un hombre diferente con un nuevo nombre y una identidad distinta.

También debemos recordar que “Cristo” no es el nombre de una persona, sino un título. La palabra “Cristo” es un vocablo griego que en hebreo es ‘Mesías’. Cristo significa ‘el Ungido’ o, como la mayoría de Cristianos lo llaman, 'el Salvador'. Ya que se trata de un título, por supuesto es posible que varias personas tengan el mismo título.

El Retorno de Cristo es la reaparición de ‘el Salvador’. Es el regreso del espíritu y poder de Cristo en la persona de otro Mensajero de Dios.

Ejemplos de la Naturaleza:

En los escritos Bahá'ís, encontramos explicaciones sencillas, tomadas de la naturaleza, del concepto del Retorno. En realidad, significa el regreso de las cualidades que existían antes. ‘Abdu’l-Bahá, hijo de Bahá'u'lláh, explicó:
"Por ejemplo, el año pasado había una flor y este año también hay una flor; yo digo que la flor del año pasado ha vuelto. Ahora bien, no quiero decir que la misma flor ha regresado en su identidad exacta; pero ya que esta flor posee las mismas cualida¬des que la del año pasado, ya que tiene el mismo perfume, delicadeza, color y forma, yo digo que la flor del año pasado ha vuelto y que esta flor es la flor anterior.”

Otro ejemplo es la caña de azúcar. Un hombre siembra la caña, que posee determinado color, resistencia (fibras) y dulzura. Estas son las cualidades de la caña de azúcar. La caña es cortada cada año, pero al año siguiente, aparece nuevamente. Se puede decir que la caña del año pasado ha regresado, ya que posee las mismas cualidades de dulzura, color y resistencia que la del año pasado. Sólo la época es diferente.

El Profeta Elías
Juan el Bautista

Al referirnos al Retorno de Cristo, pensamos en otro Maestro Divino con un nuevo nombre, pero quien posee las mismas cualidades que Jesús. Las cualidades de Jesús, que atrajeron a los buscadores sinceros en su época, fueron su bondad, conocimiento, amor, comprensión, compasión, poder y justicia, por nombrar unas pocas. Estas cualidades son los atributos de Dios. De modo similar, únicamente aquellas personas que realmente aman a Dios, y ‘quienes tienen oídos, que oigan’, podrán reconocer las mismas cualidades divinas en Bahá’u’lláh y los demás Mensajeros de Dios.

Esto había sido anticipado por el ángel cuando, anunciando a Zacarías el nacimiento de Juan, predijo que el niño iría delante del Señor "en el espíritu y el poder de Elías" (S. Lucas, 1:17). Jesús confirma esto: “Respondiendo Jesús les dijo: A la verdad, Elías viene primero, y restaurará todas las cosas. Mas os digo que Elías ya vino, y no le conocieron, sino que hicieron con él todo lo que quisieron… Entonces los discípulos comprendieron que les había hablado de Juan el Bautista". (S. Mateo 17:11)

Elías es el Rey de los Profetas del Antiguo Testamento, quien apareció con Jesús en su Transfiguración en el Monte Tabor, en representación de los Profetas, conjuntamente con Moisés, quien representaba la Ley (véase S. Mateo 17).

¿Por qué Elías representa a los Profetas si jamás escribió palabra alguna? Sus inicios fueron tan anónimos como gloriosa fue su ascensión. Salió de la nada y se elevó en un torbellino hacia los cielos en “un carro de fuego” (véase II Reyes 2:11). Enoc fue el otro personaje Bíblico quien nunca realmente murió (véase Génesis 5:24). El profeta Elías es descrito en la Biblia como lleno del espíritu, apasionado, valiente y resuelto. (véase I Reyes 18:22) Se enfrenta con Acab, a Jezabel y finalmente a los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal sobre el Monte Carmelo.

Elías pudo levantar a los muertos y realizó milagros como Moisés, tales como la separación de las aguas del río. ¡Las historias bíblicas de Elías incluyen los milagros de la abundancia, el levantar a los muertos, el llamado de los discípulos, el conflicto con los falsos profetas, la falsa religión y la hipocresía de los gobernantes de su día! Lleno del Espíritu, toda su apariencia, lejos de ser sugestiva de un caño movido por el viento (véase S. Mateo 11:7; Lucas 7:24), manifestaba una constancia inamovible.

Sin temor, retaba a los fariseos: "¡Generación de víboras! ...ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles... todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego" (S. Mateo 3:7-10; Lucas 3:7-9). "He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición". (Malaquías 4:5-6) Son las últimas palabras del Antiguo Testamento.

Jesús dijo que Elías vino como Juan el Bautista, el más grande de los profetas:

- Es Juan el Bautista de quién fue escrito: “He aquí, yo envío mi mensajero delante de tu faz, el cual preparará tu camino delante de ti. De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista” (S. Mateo 11:10-11).

- “Mas os digo que Elías ya vino, y no le conocieron, sino que hicieron con él todo lo que quisieron; así también el Hijo del Hombre padecerá de ellos. Entonces los discípulos comprendieron que les había hablado de Juan el Bautista". (S. Mateo 17:12-13).

Vemos el espíritu de Elías presente nuevamente en Juan el Bautista, tal como Elías fue en el Antiguo Testamento.

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