En la Biblia, el mismo lenguaje simbólico que fue utilizado para la Primera Venida de Cristo, ¡también se emplea para su Segunda Venida! Por tanto, así como fue difícil para los Judíos reconocerle a Cristo en su Primera Venida, hoy en día no sería fácil para los Cristianos reconocerlo. (Es interesante notar que el Corán se vale de expresiones simbólicas similares para referirse a su Venida. En el Corán leemos: "Cuando el sol, como un rollo, se pliegue, cuando los astros caigan, cuando las montañas echen a andar…” y además “Cuando las páginas sean desplegadas, cuando el cielo sea arrancado y cuando el Infierno sea avivado”. Sura 81:1-3, 10-12)
Como ya se mencionó para su Primera Venida, ¡será difícil reconocer al Cristo! El Retorno de Cristo se asocia a menudo con su llegada sobre las nubes del cielo, la caída de estrellas, el oscurecimiento del sol, e inclusive el fin del mundo. Jesús dijo: “y verán llegar al Hijo del Hombre entre las nubes del cielo”.
Con frecuencia la palabra “nubes” se emplea en la Biblia con un significado espiritual. Hace dos mil años, la gente no sabía que, científicamente hablando, las nubes consisten del ‘vapor de agua condensado’. Para ellos, las nubes eran bastante misteriosas. Existen más de 20 referencias a las “nubes” en la Biblia, en relación con la presencia de Dios. Aquí se dan únicamente dos ejemplos. “He aquí que el Señor monta sobre una ligera nube…” (Isaías 19:1). “Entonces el Señor descendió en la nube, y le habló…” (Números 11:25).
Otro significado de las “nubes del cielo” es que la nube no nos permite ver claramente. Por ejemplo, las nubes dificultan visualizar la cima de una montaña, un barco en el mar, etc. Del mismo modo, será dificultoso que reconozcamos al Mensajero de Dios cuando llega. Jesús también dijo que volvería como ladrón en la noche. Por tanto, debemos estar vigilantes y preparados.
Como se aprecia en el gráfico a continuación, la Venida de Cristo se asocia con un nombre nuevo, ángeles, trompetas, la caída de estrellas, el oscurecimiento del sol y la luna, etc.
El gráfico ilustra los versículos de Joel 2:20-31; 3:1-2, 14-16: “El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso del Señor”. Pedro nos dice que esta profecía de Joel fue cumplida con la Primera Venida de Jesús. ¿Se cumplió literalmente esta profecía de Joel? Desde luego que no. Fue un cumplimiento espiritual. (Para mayores detalles, véase “Renovación de la Cristiandad”, Volumen 3.)
También los ángeles. El cuadro muestra señales como el sol, que es un símbolo de la Manifestación de Dios, la luna y las estrellas, que simbolizan los líderes religiosos. Las nubes simbolizan los obstáculos que impiden a la gente reconocer la realidad del Cristo Universal.
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