Este gráfico muestra diferentes fuentes de luz: cirios, lámparas de aceite y bombillas eléctricas, que representan la “Palabra de Dios” proveniente de las diversas religiones.
Las formas externas de las lámparas son diferentes, pero cada una aparta las tinieblas al producir su luz. Cada lámpara representa un Mensajero de Dios. Todos son diferentes y cada uno ha traído enseñanzas adecuadas a las necesidades de la época en la cual ha llegado. La luz espiritual que arrojan es la misma. Cada uno ha enseñado las mismas verdades espirituales fundamentales. Nos enseñaron a amarnos los unos a los otros, a no mentir ni hacer trampa, a orar y a llevar vidas buenas.
Esta ilustración demuestra que no todos los que creen en Dios son seguidores de Jesús. En el pasado, la gente no conocía estas diferencias religiosas. Cada religión se consideraba a sí misma superior. ¡No estaban dispuestas a conocerse entre sí! Esto fue causa de prejuicios, odios y guerras.
En este nuevo milenio, se necesita una nueva manera de pensar si hemos de vivir como hermanos en un mismo planeta. La unidad en vez de la separación; una sola raza - la raza humana; una misma familia - la familia de Dios.
Bahá’u’lláh dice: “Vosotros sois las flores de un mismo jardín, las hojas de un mismo árbol, las olas de un mismo mar”.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario